Anestesiólogos profesionales para anestesia, reanimación y tratamiento del dolor en clínicas o centros hospitalarios de España.
¿Por qué elegir Anestecir para una Clínica o Centro Hospitalario?
Expertos en el Tratamiento del Dolor.
Unidad del Dolor.
Nuestra Unidad de Dolor está dirigida por profesionales con una amplia experiencia y formación en todos los aspectos del tratamiento del dolor, abarcando desde el manejo de fármacos complejos hasta diversas técnicas invasivas, como bloqueos miofasciales, radiofrecuencia y neuroestimulación medular.
Objetivo.
Nuestro objetivo principal es atender a pacientes con dolor crónico y terminal, fomentando la colaboración entre diversas especialidades médicas. Siempre buscamos ofrecer la mejor calidad asistencial, priorizando la seguridad del paciente.
Preguntas Frecuentes.
Los médicos anestesiólogos entendemos que gran parte de la ansiedad y el miedo que se experimenta antes de una cirugía proviene de la anestesia, más que del procedimiento en sí. Esta inquietud a menudo se origina en la falta de información y el desconocimiento sobre nuestra especialidad. Nuestro propósito como médicos es ofrecer el mejor cuidado posible, convencidos de que la atención médica más efectiva se brinda a un paciente que se siente confiado, tranquilo y colaborador.
La Anestesiología se centra en el alivio del dolor y el cuidado integral del paciente quirúrgico antes, durante y después de la intervención.
Además, nuestra especialidad abarca otras áreas, como el tratamiento del dolor, el manejo de situaciones clínicas críticas y la atención de emergencias tanto en hospitales como en otros entornos.
La anestesia puede modificar sus reflejos normales, afectando algunas defensas naturales del organismo. Por ello, es esencial que su estómago esté vacío antes de la cirugía para prevenir el riesgo de que restos de alimentos regresen a la boca y lleguen a las vías respiratorias.
Su anestesiólogo le proporcionará instrucciones sobre el tiempo de ayuno y qué puede consumir, como ciertos medicamentos con un pequeño sorbo de agua.
Para garantizar su seguridad durante el procedimiento, es importante que siga estas recomendaciones al pie de la letra. No hacerlo podría resultar en el aplazamiento de la intervención. Su bienestar es nuestra máxima prioridad. Si tiene dudas, no dude en consultar con nuestro equipo especializado.
La insensibilización del cuerpo ante el dolor quirúrgico se puede lograr de diversas maneras, que se clasifican en tres categorías principales:
Anestesia general: En este tipo, el paciente se mantiene inconsciente y no experimenta ninguna sensación. Se trata de un «coma inducido» controlado y reversible, utilizando varios fármacos que pueden administrarse por vía intravenosa, intramuscular o mediante inhalación en forma de gases. El anestesiólogo ajusta continuamente las dosis para adaptarse a las necesidades de la cirugía y las características del paciente, asegurando la respiración y circulación mediante equipos de monitorización sofisticados. Al finalizar la intervención, el anestesiólogo revierte el efecto de la anestesia, permitiendo que el paciente recupere la conciencia y el control de sus funciones vitales, lo cual puede variar en duración.
Anestesia regional: Este tipo de anestesia bloquea la sensibilidad de toda la zona que se va a operar. El anestesiólogo inyecta una solución anestésica cerca de los nervios que inervan la región específica. El paciente puede estar despierto o ligeramente sedado, sin experimentar dolor. Las técnicas más comunes son la epidural y la intradural, donde se inyecta el anestésico cerca del canal medular a través de una punción en la espalda, eliminando la sensibilidad en la parte baja del cuerpo.
Anestesia local: En este caso, el anestésico se aplica directamente sobre los tejidos de la zona a intervenir. Se utiliza para procedimientos menores en áreas muy específicas, como la mano, el pie o el ojo. A veces, esta anestesia es administrada por el propio cirujano.
Una vez que usted esté inconsciente, el anestesiólogo permanecerá en el quirófano para monitorear sus constantes vitales y abordar cualquier problema médico que pueda surgir durante la cirugía.
Utilizando su experiencia y conocimientos, empleará avanzados sistemas de monitorización electrónica y administrará diferentes medicamentos. Algunos de estos son esenciales para mantener su inconsciencia durante la operación, mientras que otros ayudarán a regular las funciones de sus órganos vitales, como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración, así como las funciones renal y cerebral.
Al finalizar la intervención, se suspenderá la medicación anestésica y se revertirán sus efectos.
Durante la fase de recuperación, el anestesiólogo comenzará el tratamiento para aliviar el dolor y las molestias postoperatorias, además de vigilar y gestionar cualquier posible complicación que pueda presentarse.